Estimados:
Para los miles de enfermos con Hepatitis-C debe por cierto ser una gran alegría esta decisión muy tardía del anterior Gobierno y su Ministra de Salud, Doctora Carmen Castillo.
Hay un dicho que dice “más vale tarde que nunca”, pero en esta situación el Gobierno saliente debió emitir este decreto a lo menos un año antes, puesto que ya en el año 2016 este grave problema de salud fue expuesto ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. También en muchos de mis modestos escritos he señalado lo abusivo de los precios de estos fármacos bajo patente, informando además sobre la existencia de alternativas egipcias bioequivalentes.
De acuerdo a mi conocimiento, alrededor de 20 enfermos han utilizado Daclatasvir, Ledipasvir y Sofosbuvir procedentes y elaborados en Egipto, hoy todos los enfermos están curados y libres del virus de la Hepatitis-C.
Sin embargo, es vital se especifique rápidamente por parte de las nuevas autoridades de Gobierno y Salud, que han recibido creo con mucha sorpresa este decreto de última hora del anterior Gobierno.
Se debe aclarar a la brevedad cual sería el “modus operandi”, para que otras empresas farmacéuticas registren sanitariamente estos fármacos en Chile.
También me han llamado la atención las palabras del señor Luis Villarroel, quien señala “tal vez se deba pagar derechos a las farmacéuticas dueñas de las patentes”.
Es vital aclarar estos temas. Por último, también es muy importante que el Instituto de Salud Pública apruebe los nuevos registros en los plazos que dicta la ley y no como ha sido hasta hoy la tónica, con un plazo promedio superior a un año, cuando la ley señala 120 días.
Lo último redundaría en un gran beneficio para los miles de enfermos, que recibirían sus medicamentos en un lapso de tiempo mucho menor.
Por último, quisiera expresar que en Chile debiesen derogarse las patentes de muchos otros fármacos, los cuales poseen valores imposibles de pagar por parte de los enfermos con cáncer, leucemia, esclerosis múltiple, artritis psoriásica, etc.
Más aún, este quiebre de patente y derechos debiese efectuarse porque muchos de los laboratorios multinacionales, propietarios de estos fármacos, cobran en nuestro país desde un 50% y hasta cinco y seis veces más que los precios que estas mismas empresas cobran a los enfermos, por ejemplo de Europa.
En buen chileno castigarlos por abusadores con sus precios.
Atentamente,
Daniel Zapata Z.